En la década de los 50 los maestros del cine japonés estrenan películas claves de su filmografía: Kenji Mizoguchi filma Cuentos de la luna pálida (1953); Yasujirô Ozu dirige Cuentos de Tokio (1953); y Akira Kurosawa dará a luz Los siete samuráis (1954).
«Los siete samuráis» es protagonizada por siete samuráis que deben defender a un pueblo de las garras de cuarenta forajidos. Los agricultores ofrecen comida como único salario y los samuráis aceptan el encargo debido a que piensan que es una causa justa.
Los códigos de honor de los samuráis son muy distintos al de los pobladores, seres temerosos y cobardes que ocultan sus intenciones.

Hay un acertado tratamiento de personajes, donde cada guerrero tiene características e historias particulares, conformando un grupo que trabaja la estrategia colectiva y en que Kanbei (Takashi Shimura) destaca por su temple y liderazgo.
La otra cara del espejo es representada por Kikuchiyo (Toshiro Mifune), joven arrogante, de origen campesino, que intenta hacerse pasar por un verdadero samurái.
Destacada puesta en escena
Akira Kurosawa también hace una radiografía a algunos lugareños, que tienen otros temores aparte de los bandoleros, estos últimos caracterizados sólo como grupo.
El director no abusa del movimiento de cámara: la mayoría son planos fijos, entre los cuales hay muchos planos generales y sólo algunos primeros planos para destacar emociones.

«Los siete samuráis» (ver tráiler) posee escenas memorables como el incendio del molino y el final deja los pelos de punta al contrastar las sensaciones de los samuráis con las de los aldeanos.
La película es una fotografía del Japón feudal (siglo XVI), destacando el profundo humanismo con que dota a los personajes, con lo que se distancia de cintas meramente de acción.
Adaptación fallida
En 1960, John Sturges (lejos de ser John Ford o Sam Peckinpah) adaptó la película de Kurosawa en clave western (Los Siete Magníficos) y resultó una historia absurda, sin contexto histórico, donde la banda sonora era el mayor logro. En comparación, la cinta de Kurosawa brilla por el equilibrio entre la historia, los personajes y las imágenes.
Akira Kurosawa nos cautiva en las casi tres horas y media del metraje, en cambio, la película de Sturges se torna inconexa, una especie de matiné de dos horas que nos remite al cine de acción y aventuras de menor calado.
Ficha técnica
Título original: Shichinin no Samurai
Año: 1954
Duración: 205 minutos
Producción: Japón
Dirección: Akira Kurosawa
Guion: Akira Kurosawa, Shinobu Hashimoto, Hideo Oguni
Reparto: Toshirô Mifune, Takashi Shimura, Yoshio Inaba, Seiji Miyaguchi, Minoru Chiaki, Daisuke Kato, Isao Kimura, Kamatari Fujiwara, Keiko Tsushima
Música: Fumio Hayasaka
Fotografía: Asakazu Nakai (B&W)
Género: Drama / Película de culto
Calificación de «Los siete samuráis»: 10/10