Me vuelvo a sumergir en uno de los cineastas más complejos, uno que exige al espectador una disposición mental y emocional adecuada. Y es que, para enfrentarse a su cine, es necesario dejar de lado ciertos vicios y expectativas preconcebidas. Con El espejo (1975), esta exigencia se eleva debido a una narrativa ajena a cualquier convención, donde fluir es el mejor consejo para adentrarse en ella.
La complejidad de lo subjetivo
Tarkovsky articula una cinta fragmentada en lo difuso de la memoria, una obra que navega por la nebulosa de los recuerdos, por esa borrosa bruma de la que se impregnan ciertas reminiscencias del pasado. Realmente, la cinta no posee un argumento per se, sino que trata de analizar la importancia de la memoria, del pasado y de cómo todo ello influye de forma directa en la identidad de las personas, dando como resultado su obra más abstracta y personal.
En este viaje introspectivo, el ruso hace uso de la infancia y la familia para que logremos entender quién es y por qué su cine es como es, cómo su relación maternal y la ausencia paternal resultan en la persona y director que es.
Por otro lado, se utilizan ciertas imágenes de archivo sobre el contexto histórico de la Unión Soviética, que se unen a las experiencias propias del individuo para crear esa dicotomía entre lo colectivo y lo personal. Esto evidencia que, hasta las experiencias más personales, las de tu propio ser, están contaminadas y condicionadas por la historia y el tiempo.
Un poema visual y lírico
Siendo la obra más personal del director, Tarkovsky utiliza versos escritos por su propio padre, lo que dota a la cinta de una espiritualidad que afecta de diversas formas a un espectador al que se le da una libertad de sentir y reflexionar personalísima, gozando así de un libre albedrío artístico liberador.
A nivel simbólico, El espejo (1975) puede tener mil y una interpretaciones, pero lo que se hace con el agua, el fuego y los propios espejos es algo que responde a la cualidad de lo bello. Un gusto visual por lo poético, incluso lírico, que trastoca por la capacidad de transmitir fascinación desde la simpleza de unos planos e ideas propias de un genio.
Tarkovsky exige, pero premia
A falta de ver Solaris (1972) y Stalker (1979), puedo decir que El espejo (1975) es la cinta más exigente del director ruso, ajena a cualquier concesión para un espectador que debe exigirse para entrar al mundo de un visionario.
¿Donde ver El espejo?
Streaming: Filmin, Acontra+
Alquiler: Acontra+
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Ficha Técnica
Título original: Zerkalo
Año: 1975
Duración: 107 min.
País: URSS
Director: Andrei Tarkovsky
Guion: Andrei Tarkovsky, Alesandr Misharin
Reparto: Margarita Terekhova, Philip Yankovsky, Ignat Daniltsev, Oleg Yankovskiy, Nikolai Grinko, Alla Demidova
Género: Drama, Familia, Surrealismo, Película de culto
Calificación: 10/10