28 Days Later, dirigida por Danny Boyle

«28 days later» (2002), el ser humano en un mundo apocalíptico

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Alex Garland escribió el magnífico guion de 28 Days Later, dirigida por Danny Boyle, el mismo que sorprendió años antes con la rupturista Trainspotting (1996).

Alex Garland no sólo es un novelista y guionista, a futuro filmará filmes importantes como Ex Machina (2014) y Civil War (2024).

Danny Boyle vuelve a la vanguardia con 28 Days Later, una distopía con apenas unos años de ventaja, situada en Londres, donde un virus de laboratorio (premonitorio del Covid-19) transmite la «ira» desde los primates al ser humano.

La creación de este virus se logra con la exposición de los monos a imágenes de extrema violencia, anécdota influenciada por La naranja mecánica (1971) de Stanley Kubrick.

La estructura del guion de Alex Garland también recuerda a Full Metal Jacket (1987). Primero, da cuenta del tipo de ser humano en que debe convertirse Jim, el protagonista, para sobrevivir a este nuevo mundo apocalíptico. Segundo, refiere el carácter de la instrucción militar y su probable involución ante situaciones adversas.

Estética apocalíptica

Mención destacada, la fotografía (Anthony Dod Mantle) que impone el director, me refiero a las imágenes dislocadas, planos inclinados y primeros planos disonantes que dan cuenta de ese ambiente enrarecido, unido a una partitura de tonos desquiciados (John Murphy), sobre todo en las escenas del campamento militar, secuencia en que el personaje de Cillian Murphy (Jim) va perdiendo sus rasgos humanos y equipara su actuar al de los infectados, movido por su cerebro reptiliano con el único objetivo de matar, no a los infectados, sino a la escoria militar, que ante un nuevo estado sin esperanzas de futuro se comportarán como depredadores sexuales, donde el oficial a cargo se escuda tras el instinto primario de conservar la especie.

Jim debe transformarse en una bestia para proteger a Selene y la pequeña Hannah, no queda otro camino que mimetizarse con los infectados, de hecho Hannah lo golpea al creer que está infectado y es sólo Jim besando a Selene, donde la niña cree que él la está mordiendo, toque de humor que descomprime la brutalidad de las escenas previas.

28 Days Later (ver tráiler) requería de un actor versátil. Cillian Murphy a ratos expresa perplejidad, ingenuidad, pareciera no apto para subsistir este apocalipsis, pero encontrará en su interior la violencia que anida en el ser humano.

El primitivo ser humano

Todo lo que ocurre en la historia es gracias a los atávicos y primitivos rasgos en que se funda la humanidad, seres capaces de experimentar con animales y de transformarse en máquinas de matar, imágenes de violencia policial y guerras que inoculan en el cerebro del primate.

El ser humano es capaz de discernir entre el bien y el mal, pero cuando surge el conflicto lo violento sale a flote y la racionalidad queda relegada.

Los infectados muerden y se alimentan de carne, pero Danny Boyle los muestra lo justo y necesario, a la postre no son conscientes de sus actos y la bestialidad real proviene del gen humano, personificados en los militares y en el propio protagonista.

El guion juega con el concepto de moralidad

¿Rigen las mismas normas en un escenario de supervivencia? Alex Garland construye un oficial práctico, despiadado, que entiende que la moralidad se trastoca en un mundo apocalíptico.

El personaje de Cillian Murphy es complejo. Quedará tocado al dar muerte a un niño infectado e incluso cuando el oficial le muestra a Mailer, el infectado encadenado, algo parece conmoverlo, pero luego al ver amenazado a su círculo cercano, no tendrá compasión para asesinar a los soldados.

28 Days Later es una historia oscura y quizás el desenlace hace ruido en este guion bien hilvanado.

«28 weeks later» (2007), una digna secuela

Esta segunda parte de la saga acontece luego de que los infectados han muerto de inanición y los sobrevivientes se reúnen en una isla para iniciar la reconstrucción del Reino Unido.

Las tropas estadounidenses asumen el control de la nación tras varias semanas en que un padre escapó de una horda y dejó atrás a su mujer.

La esposa sobrevive gracias a una anomalía genética, pero es portadora del virus. En un beso de reencuentro, el hombre es infectado y comienza una nueva ola de la epidemia.

Por un lado, está el tema de la cura. El hijo protagonista será la fuente de esperanza para la humanidad. Este final abierto da luces de un futuro posible.

Desde otra arista, los militares son profesionales (a diferencia de la primera entrega), pero cuando pierden el control de la situación, nuevamente serán despiadados y llevarán a cabo órdenes de exterminio sobre la población, sin importar si son o no infectados.

28 Weeks Later (ver tráiler) exhibe una violencia más explícita, donde las escenas de infectados a veces corresponden a cine gore. Las muertes son descarnadas y las escenas de acción durante la huida de los protagonistas dan cuenta de una película diferente a la primera de la saga.

El guion está bien construido, aunque no posee la limpieza de 28 Days Later. Ocurre algo parecido a Aliens: el regreso (1986) con respecto a Alien, el octavo pasajero (1979), donde la primera podrá ser más entretenida, muy buena, pero el terror provocado en ausencia del monstruo (El octavo pasajero) es infinitamente mayor al sugerir el peligro en vez de mostrarlo.

28 Weeks Later privilegia la acción por sobre el contenido y la crítica social es menos profunda, aunque es una historia bastante equilibrada.

«28 years later» (2025), una apuesta decepcionante

Esta tercera parte de la saga vuelve a recaer en la dupla original de Danny Boyle (director) y Alex Garland (guionista), que dieron vida a la portentosa 28 Days Later (2002).

Lamentablemente, Boyle y Garland dan origen a una cinta de historias paralelas, todas inconexas, con personajes que no interesan a nadie.

Lo peor, el filme pierde el tono, podrá parecer ecléctico, pero el guion nunca se decide si se trata de infectados o la iniciación de un chico en el mundo apocalíptico o es un proceso evolutivo de los contagiados por la ira.

En ninguna de las facetas 28 Years Later (ver tráiler) es convincente. Spikey es un niño de 12 años que se salva de milagro en su primera incursión al continente (en compañía de su padre) y en la segunda travesía intentará llevar a su madre donde un médico que al parecer ha perdido la razón.

El personaje del doctor Kelson está sacado de otra película y pareciera ser un gurú de la muerte que transmite un mensaje de amor. Quizás es rescatable la idea de que él no hace distinciones entre infectados y sanos, para el doctor Kelson todos merecen ser recordados.

La transformación de Spike desde niño a un hábil cazador hace recordar las proezas de Luke Skywalker, pero este chico no entusiasma porque su historia es irrelevante, gratuita, en realidad es difícil para el espectador enganchar con los personajes.

Para colmo, en este supuesto mundo apocalíptico hay espacio para el amor madre e hijo y para derramar unas lágrimas, buscando un tono que desentona y no tiene absolutamente nada que ver con las entregas anteriores.

Lo derechamente vomitivo es la existencia de infectados alfa y de una zombi embarazada. A esta altura, infectado o zombi da lo mismo, hay sexo entre ellos o mordieron a una mujer embarazada, los disparates se suceden uno tras otro y los cinco minutos finales mejor no haberlos visto porque surge en el espectador la certera sensación de que toda la película es una tomadura de pelo.

28 Years Later nunca debió existir: nula propuesta argumental, se escapa de la lúcida y oscura visión del ser humano del resto de la saga.

Ficha técnica

Título original: 28 days later

Año: 2002

Duración: 113 minutos

Producción: Reino Unido

Dirección: Danny Boyle

Guion: Alex Garland

Reparto: Cillian Murphy, Naomie Harris, Megan Burns, Brendan Gleeson, Christopher Eccleston

Música: John Murphy

Fotografía: Anthony Dod Mantle

Género: Terror / Ciencia ficción / Pandemias / Película de culto

Calificación: 8,5/10

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