Ensayo de un crimen, dirigida por Luis Buñuel

Crítica de «Ensayo de un crimen» (1955), profundizando en la mente de un asesino

Ensayo de un crimen, dirigida por Luis Buñuel

Archibaldo de la Cruz le confiesa al juez que es el asesino en serie de numerosas mujeres, el objeto de su afecto, un largo racconto ocupa la mayor parte del metraje, anteriormente en el hospital relataba a una monja (suponemos que las continuas muertes lo mantienen agobiado) el origen del mal que lo aqueja: una caja de música que le regaló su madre durante la revolución, su institutriz le inventó una historia de su poder, la facultad de que al escucharla inducía la muerte de otra persona.

Archibaldo ya era un fetichista y vestía prendas femeninas a escondidas, pero queda sorprendido con la historia de la cajita musical, echa a andar la manivela e imagina la muerte de la institutriz, que en ese mismo instante recibe un balazo.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

El niño queda maravillado ante la muerte, una mezcla de sangre y excitación sexual, bastante extraña para un chico de su edad. Esa especie de flashback inicial muestra al infante dentro de una familia adinerada.

Obsesiones del cineasta español

Esta es su etapa mexicana, de menos recursos y actores no tan conocidos, pero ya desfilan los temas y obsesiones de Buñuel: las mujeres, los privilegios de la burguesía y la imaginería de la fe católica.

Ensayo de un crimen es también un filme de ensayo que profundizará en su futura cinematografía: Viridiana (1961), Belle de Jour (1967), El discreto encanto de la burguesía (1972) y Ese oscuro objeto del deseo (1977).

El guion del propio Buñuel es muy ingenioso para entrelazar las aventuras amorosas de este solitario ricachón, que se enredará con la pureza de su futura esposa, con otra mujer más licenciosa y una mujer más espontánea.

En cuanto las conoce, Archibaldo sueña despierto con imágenes de cómo asesinarlas, el surrealismo onírico tan característico del realizador español.

Archibaldo colecciona navajas, pero la muerte de la chica libertina será un suicidio. Su deseo vívido fue tan fuerte que la muerte se materializó tras haber reencontrado la caja de música en una tienda de antigüedades.

En cambio, con la mujer más genuina hay un juego fetichista, la chica se escapa de morir en manos de Archibaldo y éste quema su maniquí semejando la muerte de Juana de Arco en la hoguera.

Las mujeres son el objeto obscuro del deseo, en el caso de su futura esposa Archibaldo se dará cuenta que ella tiene un amante e imaginará (el segmento surrealista más largo) una muerte durante la noche de bodas, que en la realidad se concretará con un disparo en la ceremonia por parte del amante.

Para Buñuel las mujeres pueden ser ángeles o prostitutas, el fetiche lo persigue desde niño, así como le confiesa a la monja-enfermera que su personaje no sabe si es un santo o un demonio.

Imaginará que le da muerte con la navaja, pero finalmente ella sucumbirá con una caída en el ascensor.

Archibaldo realmente cree ser culpable de las muertes de todas esas mujeres y el juez le insinúa que no se asesina con el pensamiento.

Visión crítica del catolicismo

La razón de que sea una monja en el hospital y la otra mujer una imitación de Juana de Arco; el hecho de que su futura mujer gaste su tiempo rezando… habla del profundo desprecio de Luis Buñuel por la fe católica y toda su parafernalia.

Ensayo de un crimen se mofa de la figura de la Virgen, su futura esposa parece virginal al arrodillarse y rezar en voz alta, para Buñuel es sólo una pose, una representación, una simulación de santidad que no calza con la idea de mujer que el director anida en sus pensamientos.

CREATOR: gd-jpeg v1.0 (using IJG JPEG v62), quality = 92

Este personaje masculino es peculiar: machista, fetichista, también cuela cierta crítica a la policía y el poder judicial.

Ensayo de un crimen es un ejercicio lúdico que se interna en la mente de un psicópata que no siente culpa. Es cierto que gracias al poder de la caja de música nunca obra por mano propia en las muertes, sin embargo, es un homicida en potencia y durante todo el metraje predispone al espectador, en cualquier momento será capaz de ser un verdadero asesino serial… de mujeres. Persiste el cinismo y la misoginia de un personaje que jamás será políticamente correcto.

Película digna de Luis Buñuel, un director genial y cáustico, siempre crítico de la burguesía, insinúa en todo momento que esos fetiches sólo se permiten en las altas esferas y desnudan el egocentrismo del personaje.

Es difícil imaginar este nivel de ironía y sarcasmo en un director de la actualidad, domesticado por la cultura de la cancelación y ese moralismo que daña al arte de manera irremediable.

Ficha técnica

Título original: La vida criminal de Archibaldo de la Cruz

Año: 1955

Duración: 91 minutos

Producción: México

Dirección: Luis Buñuel

Guion: Luis Buñuel, Eduardo Ugarte

Reparto: Ernesto Alonso, Miroslava, Ariadne Welter, Rita Macedo, José María Linares-Rivas, Andrea Palma

Música: Jorge Pérez

Fotografía: Agustín Jiménez (B&W)

Género: Drama Psicológico / Comedia Negra / Crimen

Calificación de «Ensayo de un crimen»: 8/10

Te puede interesar