Después de lo que para mí fue una decepcionante primera parte, Jon M. Chu regresa para cerrar el telón de este díptico con la promesa de justificar la división de la obra original en dos entregas cinematográficas. Sin embargo, y como se presagiaba, la culminación épica de la historia de Oz termina revelando sus evidentes pero disimuladas carencias.
Un despropósito narrativo
Wicked: Parte II (2025) arranca con una primera hora donde la trama se estanca, sumergiéndose, de nuevo, en una reiteración constante de conceptos ya establecidos por su predecesora. Y lejos de aprovechar la inmensa e injustificable cantidad de metraje de ambas cintas para profundizar, el guion dilata el conflicto hasta la extenuación, llegando a un final atropellado que sabotea la poca evolución orgánica de sus personajes, lo cual se ve camuflado con números musicales que se sienten como meras imposiciones estructurales. Otra de las cosas más frustrantes es cómo personajes decentemente delineados en la primera película se ven exiliados de la narrativa para ser meros adornos que justifican ciertas conveniencias.
La gestión emocional es otro de los problemas que Jon M. Chu no ha sabido resolver. Nos volvemos a encontrar con uno de los fallos que mencioné hace un año, y es que la cinta se vanagloria con una defensa de valores y una crítica social de una superficialidad alarmante. La constante denuncia a la manipulación mediática o a la defensa de los animales se ejecuta con una obviedad tan subrayada que pierde toda contundencia, reduciendo su mensaje al cero absoluto. Y ya para finalizar, lo más decepcionante es la ausencia de una catarsis narrativa real; después de casi cuatro horas de preparación global, el desenlace se siente precipitado, maquillando sus prisas y su falta de construcción dramática con un sentimentalismo mecánico que busca la lágrima fácil.
Lo que la hizo grande
Donde la película sigue siendo excelsa es en un diseño de producción que se mantiene como el gran baluarte de la función. Es uno de los pocos argumentos que justifican la grandilocuencia de un proyecto vacuo. Destacar a una Alice Brooks que sigue captando el mundo de Oz de la mejor forma posible y aprovechando cada uno de los decorados. Aun así, la cinta carece de los momentos musicales que hicieron grande y salvable a su primera parte.
Cynthia Erivo y Ariana Grande siguen estando a años luz del material que defienden. Trascienden las hojas de una escritura pobre para ensalzar y maquillar la narrativa cuando esta rema en su contra, rescatando escenas que, en otras manos, habrían colapsado.
Estructuralmente indefendible
Wicked: Parte II (2025) es fallida tanto objetiva como subjetivamente. Y es que parte de un error tan sustancial como el de querer adaptar dos horas y media de musical en cinco horas de paja. Lo que podría haber sido una adaptación vibrante y concisa se diluye en un exceso de metraje que satura por reiteración, perdiendo cualquier efluvio de frescura. Es un cierre que confunde duración con profundidad, entregando un epílogo insustancial, anodino y, por qué no, merecido.
¿Dónde ver Wicked: Parte II?
Disponible en cines en España desde el 21 de noviembre de 2025
Ficha Técnica
Título original: Wicked: For Good
Año: 2025
Duración: 138 min.
País: USA
Director: Jon M. Chu
Guion: Winnie Holzman, Dana Fox
Reparto: Cynthia Erivo, Ariana Grande, Jonathan Bailey, Jeff Goldblum, Michelle Yeoh, Marissa Bode, Ethan Slater
Género: Musical, Fantástico, Comedia, Aventuras
Calificación: 4’5/10








