Cuando cae el otoño, dirigida por François Ozon

«Cuando cae el otoño» (2024), la moral no es importante

Lo dejo en el tintero porque no es un detalle menor, un filme de François Ozon donde una abuela es la protagonista. En Hollywood, la actriz será joven y en general, las películas estadounidenses están dirigidas a un público adulto joven. Es una cuestión de marketing, las abuelas no representan la expresión máxima de consumismo y el cine de masas es una industria llamada a generar dinero.

Pero vamos a lo importante, al maniqueísmo estúpido de los tiempos que corren, la década de la cancelación donde cualquier pelagato, desde la intimidad de su celular, ofrecerá una opinión tajante de algo que ni siquiera entiende.

El bien es entronizado por un grupo de individuos que ostentan superioridad moral, dictan lo que se puede publicar y cancelan el supuesto mal, porque todo es maniqueísta, la maldad esconde todo lo alusivo al infierno, en cambio ellos aspiran al cielo, aunque sea a través de las redes sociales, no importa mucho la verdad, tampoco los actos, lo importante es parecer un santo.

Un filme a contracorriente

Hurguemos en lo profundo, porque François Ozon nos ofrece un filme de muchas capas, vemos las imágenes y toda la historia corre bajo cuerdas, no es una cuestión de apariencias, sino que el guion verdadero de cada ser humano no está representado por su actuación social o políticamente correcta, es todo más confuso, encontraremos belleza y bondad en el ser más abyecto o maldad de parte de seres que parecen ángeles.

El ser humano es complejo. Michelle, la protagonista de Cuando cae el otoño, tiene un oscuro pasado al igual que su amiga del alma (Marie-Claude). Parece una viejita adorable y es obvio que su hija fue criada bajo un estigma complicado, también obvio que Valérie culpa a su madre y siempre estará disconforme con su situación.

A nadie le extrañará que Valérie se suicide, lo que coincide con una visita de Vincent, el hijo de Marie-Claude. Él es un personaje que salió adelante como pudo y en su juventud ha pasado por la cárcel. Es seductor, pero no vive con una mujer, sino con su madre.

Jugando con las apariencias

Lucas, el nieto de Michelle, es un chico encantador, aunque no parece muy triste con la muerte de su madre.

Rectifico, el tema de las apariencias es central en Cuando cae el otoño. Vincent quizás es el más honesto, es un tipo medio psicópata, dispuesto a llevar a cabo el encargo de Michelle, esa exprostituta que antes intentó envenenar a su hija porque ama a Lucas y en cierta forma, la desagradecida de Valérie no le conviene para su educación. Suena frío, la idea de un doble intento de asesinato no pasa por la mente de la comisaria, lo más lógico es culpar a Vincent por su pasado carcelario.

Lucas es un cuento aparte. Ha sufrido con la separación de sus padres y pareciera culpar a Valérie. Cuando Vincent aparece en el departamento, es Lucas quien le abre la puerta y desaparece por conveniencia. Obvio que vio la cara del asesino, aunque para las cámaras esté protegido por una capucha.

El chico quería vivir con la abuela, el mismo chico que odiaba las setas y a futuro será su plato favorito. Bajo la inocencia de un niño, ha sido cómplice en los dos intentos de homicidio.

Es bastante retorcida la historia. Vincent ya no trafica drogas, sino que mantiene relaciones homosexuales en el parque. Por eso no tiene mujer, así como Lucas crecerá sin novia conocida. Hay tensión sexual entre Lucas y Vincent, pero como ya hemos dicho, el guion real de estos dos hombres se teje en el fuera de campo.

El fin justifica los medios

Michelle es lejos el personaje más complejo, aunque digamos estos tres protagonistas observan ciertos rasgos psicopáticos, el actuar de todos ellos parece escindido de las emociones. No es eso, se podría decir que estos seres son prácticos y que las muertes que se suceden en el filme corresponden al guion urdido por Michelle desde el primer momento.

El actuar de Michelle es práctico. Ella ama a Lucas y velará por su mejor educación. La hija es un estorbo que entorpece su idea de criar a su nieto y en cierta forma, su amiga Marie-Claude también es un estorbo, porque ella deseaba un hijo y no una hija. Lucas y Vincent se moverán libremente en la casa de Michelle, esa que adquirió con mucho esfuerzo monetizando favores sexuales.

La culpa es otro tema importante en Cuando cae el otoño. Los personajes la asimilan de forma diferente, pero el trío principal no siente culpa, podrá parecer propio de un psicópata, pero en realidad no se culpan por sus actos, que en este caso son delictuales, sino que interpretan sus respectivos pasados desde la óptica de la experiencia, donde quizás el fin justifica cualquier medio. Podríamos pensar que a una prostituta poco le interesará la religión, claramente no son depositarias de la fe católica, pero igual les conmueven las palabras vertidas en una iglesia.

La culpa obra de manera diferente

Me permito una simplificación maniqueísta. Los victimarios de Cuando cae el otoño no son moldeados por la culpa, no les hace daño. En cambio, las víctimas son absorbidas por esta culpa: Marie-Claude se cree responsable por la personalidad delictual de Vincent y Valérie le enrostra culpa a la madre, la responsabiliza de su vida miserable, aun cuando para Michelle esa acusación carezca de importancia.

La culpa destruye la vida de los seres inconformes, aquellos que creen que la vida les debe algo.

Lo banal sería el análisis woke de que por tratarse de una prostituta, todo será fruto del trabajo de Satanás, cuando en realidad vemos a una anciana decidida que ha vivido a concho su vida. No es un detalle menor, que en el funeral de Marie-Claude aparezcan muchas amigas de la profesión más antigua. Hay cariño genuino entre esas mujeres que viajaron desde París a despedir a su colega en un pueblo de la campiña francesa.

No seguiré buceando en este guion con detalles dignos de relojero, la ambivalencia de Michelle, ese amor que no alcanza para todos, al final de la película, pese a la truculencia, el espectador se va en paz rumbo a casa.

Ficha técnica

Título original: Quand vient l’automne

Año: 2024

Duración: 102 minutos

Producción: Francia

Dirección: François Ozon

Guion: François Ozon, Philippe Piazzo

Reparto: Hélène Vincent, Josiane Balasko, Ludivine Sagnier, Pierre Lottin, Garlan Erlos

Música: Evgueni Galperine, Sacha Galperine

Fotografía: Jérôme Alméras

Género: Drama / Vejez

Calificación de «Cuando cae el otoño»: 9/10

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