Entre los charcos de fango y el tono rosa de la prensa, el cine de Cannes lucha por recuperar su protagonismo. Algo difícil moviéndose por terrenos pantanosos. Sinónimo de calidad y prestigio pero también de generar polémicas, ahora la dirección decide redefinir el concepto de decencia.

No se permite la desnudez excesiva, dicen quienes callaban frente los abusos y agresiones a sus compañeras. Así, con tan lamentable espectáculo, no sorprende que se hable más de Longoria que de «Un simple accidente» (2025).

¿Y quién ha ganado el Festival de Cannes?

Ahora os contaré un secreto. Mi problema con Cannes. Desde bien pequeño mi obsesión con este festival no ha dejado de aumentar, tanto que en estas fechas suelo perder la cabeza. Mientras los niños jugaban en la calle o montaban en bicicleta, yo con 5 años estudiaba a «Viridiana» (1961) de Luís Buñuel. Y con solo 7 ya había visto toda la filmografía de Orson Welles. Ese era mi nivel. Así, lo que empezó como una sana afición, la semana pasada acabó por devorarme.

Y es que, si el festival ya estaba 9 días en marcha, yo llevaba los mismos perdido en mis pensamientos, sin apenas comer ni pegar ojo. Trabajar lo hacía, pero por inercia y bajo amenaza de despido inmediato. Y mientras, el reloj que no avanzaba. Desde su inauguración el 13 de mayo, todo cuanto esperaba se reducía a un solo momento. Ese que da sentido a todo. El final, el de los sobres, los discursos y los nombres de los premiados. Y el domingo, cuando por fin llega, voy y me duermo.  

Así que, ¿alguien sabría decirme quién ganó el Festival de Cannes?

Estamos hablando de algo muy serio

Tal vez ha sido Wes Anderson con su «Trama Fenicia» o porque no, el niño prodigio del terror. Quizás Ari Aster haya acertado al cambiar de género y gracias a «Eddington» y su comedia negra, ahora mismo esté celebrando el galardón. Esos fueron mis primeros pensamientos a las 05:30 de la mañana. ¿¡¡Por qué me quedé dormido la noche anterior!!?

Era lunes, muy temprano y todavía dormían todos. No aguantaba más y aún eran las 05:32. Solo pasaron dos minutos pero el tema lo requería. Tan turbio y serio como para despertar a mi pareja. Necesitaba hablarlo ya.

‘Son 33 películas con sus 33 posibilidades. Si descartamos a Tom Cruise nos quedan 32. Son muchas, demasiadas y por más favoritas que hayan, si algo nos ha demostrado Cannes es su facilidad para sorprendernos. Así que, acuéstate o vete y déjame dormir’. Y lo intenté, prometo que lo intenté, pero no lo conseguí. Sus palabras, siempre tan sabias, aún me dieron más motivos para pensar.  

Si Julia Ducournau en 2021 y con «Titane», película que me fascinó, se coronó como la tercera directora en ganar el festival, ahora si lo consigue con «Alpha» será la única mujer en un club exclusivo de hombres. El olimpo de Cannes donde descansan 9 semidioses. Coppola, Kusturica o Haneke entre otros. Todos con dos testículos e idéntico número de Palmas de Oro en la mano… Papá has dicho testículos. Cuando no encontré consuelo en mi pareja, ir a despertar a mi hija pequeña no me pareció tan mala idea. Lo sé, me equivoqué. Sí, he dicho testículos cariño, sigue durmiendo, todo ha sido un sueño. 

Españolas en Cannes

Ya había pasado tiempo más que suficiente, 25 minutos concretamente, y a las 6 de la mañana me di por vencido. Dejé a mi familia intentando conciliar el sueño y empecé una nueva jornada. Me estaba volviendo loco, ya eran 10 días y en poco más de una hora entraba a trabajar, pero no sin antes saber el nombre del ganador. Entre ellos están el de Carla Simón y Óliver Laxe.  

16 años después, la directora de «Alcarrás» (2022) y el director de «Lo que arde» (2019) han vuelto a hacer historia. Desde Almodóvar y Coixet que dos directores españoles no competían en la misma edición. Ella con «Romería», él con «Sirat: El viaje por el desierto de Marruecos» son firmes candidatos. Y aunque personalmente no soy muy fan de Oliver Laxe, su cine plagado de imágenes hipnóticas confunde con atino lo onírico y lo terrenal. Sí, artísticamente es de gran valor, la clase de películas que gustan en Cannes.

Pero estoy completamente seguro que ni el Premio del Jurado ganará. Y si no tiempo al tiempo. Apuesto todo lo que… y unos golpes en la puerta me arrojaron nuevamente a la realidad.

Crucé el umbral

El café hirviendo y la tostadora llena de humo negro, «Un simple accidente» pensé, pero ¿quién llama a la puerta?. Al abrir, frente a mí dos tipos trajeados. Uno, un hombre negro con cara de pocos amigos, el otro, blanco y con una maleta en la mano. Juraría que era idéntico a John Travolta. «¿Lees la biblia Bret? Memoricé un pasaje para la ocasión, Ezequiel 25, 17. Y entonces dejaré caer mi furia…». Aquel tipo por momentos parecía más furioso y antes de que me volase la tapa de los sesos le interrumpí. Lo siento, no entiendo nada. No soy Bret, se han equivocado. Cerré la puerta sin mirarlos y ¡mierda, son casi las 8 y llego tarde al trabajo!

Me cambie de dientes, lave el café y bebí un asqueroso cepillo quemado. Al final, tambaleándome y sin saber aún quien había ganado, bajé las escaleras como pude. Estaba triste y cansado, y justo antes de pisar la calle, un mensaje en la bandeja de entrada. ‘Estas son las ganadoras de Cannes’, el titular no daba lugar a dudas. Por fin el fin a solo un clic. Y ahí estaban las cinco mejor vestidas.